Video: La oreja de Van Gogh: 'El último Vals'
El amor es como el vino, y como el vino también, a unos reconforta y a otros destroza. Es intensidad y por esto: estira los minutos y los alarga como siglos. Es siempre tímido ante la belleza. Es una maravillosa flor, pero es necesario tener el valor de ir a buscarla al borde de un horrible precipicio. Y sin erotismo no existe. El erotismo sin amor es frecuente. Y si deseas mucho a alguien deja que se vaya, si vuelve será tuya para siempre, si no vuelve nunca ha sido tuya.
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